#1: De Ingeniero Electrónico a Ingeniero de Datos

Hola, mi nombre es Mario Callejas, nací y vivo en Colombia, y para los que vieron Encanto, tengo el don de programar. Mi relación con la programación inició a los 16 años, donde hice mi primer Hola Mundo, encendiendo un led con un Arduino UNO; desde ahí, todo lo demás en mi vida, como estudiante y profesional, estuvo rodeado de líneas de código. Ahora soy Ingeniero de Datos, Ingeniero Electrónico, Investigador, malísimo jugador de Fifa, viejo fanático de GTA V y, desde los últimos meses, amante de la comida saludable. La pregunta es, ¿cómo llegué aquí y hacía donde voy?… Si tienes curiosidad, ¡te invito a seguir leyendo!

1. La universidad

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Todo comienza con la frase «nunca voy a estudiar Ingeniería electrónica» a mis 15 años después de ver a mi hermano trasnocharse estudiando para presentar exámenes de física y/o cálculo. Esa fue la primera lección de vida por decir la frase «nunca voy a«. Ese mismo año, al finalizar, Ingeniería electrónica era la primera opción en mi examen de ingreso en la universidad e ingeniería industrial era la segunda (mi hermano había dicho que lo pusiera en orden diferente); cuando llegaron los resultados, pasó lo que yo quería, había sido admitido en la facultad de ingeniería, para el programa de electrónica, esa misma noche, mi hermano me pasó dos cajas de herramientas y circuitos, de los cuales sabía manejar la mitad.

Cuando entré en la U, me di cuenta que mis conocimientos en algebra no eran los mejores, pero en programación I, me iba estupendamente, con mucho esfuerzo de mi hermano, me ayudó con los conocimientos necesarios para adentrarme en el mundo de la ingeniería y de ahí en adelante me fui sólo.

En mi segundo semestre perdí mi primera asignatura, Calculo Integral, en un intersemestral que el mismo profesor me sugirió tomar como formativo, debido al alto nivel de complejidad en tan corto tiempo, y yo, un adolescente inmaduro sintiéndose subestimado, decidí tomarlo como curso calificable, con un final escrito desde el inicio. Esa perdida abrió paso a un punto de bajón en mi vida, el segundo semestre además de esa asignatura, perdí Física I y Algebra Lineal; mis días se resumían en pensar en aquel fallo de Calculo y mis tareas de programación, así aprendí a no pensar en el pasado porque puedo descuidar mi presente.

Hice nuevamente el intersemestral, esta vez, estudiaba con un rendimiento doble que la primera vez e hice mi primer acto estúpido de la universidad: Al llegar al ultimo parcial, ya tenía un acumulado de notas suficiente para pasar la asignatura, así que decidí devolverle mi parcial en blanco a mi profesor porque no necesitaba esa nota, al final, me quedé hablando con él y dio una carcajada porque asumía que perdería de nuevo el curso y al sumar, se dio cuenta que tenía los puntos suficientes para pasar.

De ahí en adelante me esforcé mucho, encontré un motivo para luchar cada día y ser mejor en lo que amaba hacer, como resultado obtuve seis semestres becado por estar entre los tres mejores promedios de mi cohorte. Lograr esto no fue sólo, tuve un grupo de amigos que junto conmigo, lograban los otros dos puestos y uno más que era de una cohorte mayor; es el mejor equipo que he tenido hasta ahora, nos volvimos hermanos, el Dream Team de Copito/CallejasJr.

Hice mi profundización en sistemas digitales, la mezcla perfecta de binarios, circuitos y programación en C… Mi amor/obsesión con esto me llevó a la locura de programar durante 48h con sólo dormir 3h intermedias y terminar en la casa de mi novia con la mente en blanco de como llegué ahí, después de eso, tuve más juicio de mis horas frente a un computador.

Hasta ahora sólo es la historia de la universidad, un ñoño del código y como me superé ¿Pero cómo llegué a la ingeniería de datos? Pues, durante el año 2019 abrieron las primeras becas para estudiar inteligencia artificial, en el Ministerio de las TIC, así que por impulso me inscribí y sin pensarlo quedé seleccionado. Con mucho juicio hice al menos el 60% de los cursos y conseguí varias certificaciones que serían la llave para entrar al mundo de los datos en la vida laboral.

Esa beca fue la decisión impulsiva que cambiaría toda mi vida…

2. La vida real

A finales del 2019 era un joven que había terminado su pregrado, y que estaba buscando empleo; infortunadamente, en Colombia, conseguir empleo como recién egresado es de los retos más grandes que puede asumir un profesional. Al pasar un par de meses sin conseguir nada, llega un mensaje de texto de un amigo, con una vacante para un Analista de Datos recién egresado, al que me postulé y que no supe más de eso, hasta un mes después.

A mediados de enero del 2020, recibí una llamada para saber si estaba interesado en hacer un proceso de reclutamiento con una empresa de abogados que se dedicaba a la inteligencia artificial en el mundo del litigio, y como buen desempleado, si a todo. Hice mi proceso donde me esforcé mucho en cada etapa y obtuve mi primer empleo, por la suma de lo que en ese tiempo era aproximadamente 1.5 salarios mínimos mensuales, 0.5 puntos más de lo que esperaba.

Ese primer empleo fue lo que me hizo enamorarme de lo que son capaces las matemáticas con los datos y la computación, quería dedicarme a la ciencia de datos, construir algoritmos que solucionaran la vida de las personas y ahí tuve mi primera oportunidad, ayudé a organizar unos algoritmos ya construidos a un compañero y empecé junto con un amigo que por coincidencia también entró a la empresa, a construir nuestro primer bebé, un algoritmo de clasificación. Pero no todo era color de rosa. Un viernes cerramos la semana aumentando el rendimiento del modelo en 5% y la meta para la semana siguiente era aumentarla un mínimo de 20% debido a que estaba muy baja; a los dos días de la siguiente semana, habíamos conseguido un aumento del 25% con la data de pruebas, estábamos felices, ya habíamos cumplido la meta de la semana en dos días, pasamos el resto de la tarde armando un plan para llegar al menos a un 10% más al final de la semana, pero no contamos con que a las 8 am del día siguiente nos iban a notificar que la empresa quedó sin el proyecto y por ende debían finalizar el contrato de todos (para ponerlos en contexto, esto pasó en el primer mes de aislamiento por COVID-19 en Colombia). Nuevamente era un desempleado con 2 meses de experiencia, todo un laberinto sin salida…

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Al mes siguiente del despido, los socios de la empresa donde laboraba, esta vez si era una empresa del mundo TI, me contactaron para saber si quería trabajar con ellos, dandole continuidad al proyecto que estábamos trabajando (mi anterior empleador cedió a la cláusula que les impedía contratarnos, por la situación de la pandemia y lo difícil que era conseguir empleo), por lo que nuevamente, como un recién egresado sin experiencia, si a todo. Ahí conseguí mi primer cargo como Ingeniero de Datos, sin saber qué hacía alguien con ese perfil, firmé el contrato pensando que seguiría con modelos de ML.

Con mucho esfuerzo, apoyo de mi jefe inmediato y el CTO de esa empresa, aprendí sobre Cloud, con Amazon Web Services, ETL’s, Serverless, DBs Relacionales, ML y Python en escala industrial.

Desarrollé al menos 5 proyectos y 3 pruebas de concepto donde al iniciar no sabía nada, y al terminar, podía entender, corregir, mejorar y describir cualquier sistema de ingesta o arquitectura de datos. Entré como un Junior y salí como un Senior.

Es importante aclarar que esto para mí fue un proceso muy duro, trasnoché durante mucho tiempo. Aprender estas tecnologías en sólo año y medio al nivel que lo hice, causó en mi un agotamiento del cual tardé aproximadamente 6 meses en recuperarme, además de ciertos problemas de salud medianamente complejos. Por lo que no le recomiendo a nadie hacerlo, no toquen fondo porque pueden llegar a un punto donde les da asco escribir una línea de código más, como me pasó a mí.

Toqué fondo, y por todo este tiempo de recuperación me di cuenta que aunque fue muy difícil, adquirí unas habilidades que me abrirían las puertas a cosas mucho mayores.

3. Nunca había llegado tan lejos

Cuando finaliza el año 2021, decisiones de fuerza mayor hacen que abandone la empresa donde comenzó todo, tuve que salir y me encontré una famosa StartUp recién salida del horno y que para la fecha donde estoy escribiendo esto, aún sigo trabajando.

Al entrar aquí, me pasó algo que yo nunca hubiese imaginado, me postulé a un cargo semi-senior, pues nunca me había considerado Senior y menos en tan poco tiempo de experiencia, pero aquí vieron mi potencial y me dieron el cargo de Senior Data Engineer, me acogieron muy bien, me hicieron sentir como una segunda casa.

Entré como AWS Cloud Practitioner Certified, a una empresa que usa Google Cloud Platform para data, y nuevamente, con muchas horas de estudio previas al ingresar a la empresa, pude acoplarme fácilmente a esta nueva nube, teniendo la oportunidad de asumir nuevos retos en la integración y despliegue continuo de aplicaciones orientada a datos, CDC, Data Warehouses, estructuración de plantillas personalizadas para la agilidad en el desarrollo de aplicaciones orientadas a datos, Kubernetes y muchas cosas más.

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Hoy, ya no soy un recién egresado sin experiencia, pero comencé en el mismo lugar de pocas oportunidades que atravesamos todos; y por una beca que participé sin pensar en lograr lo que hoy soy, pude conseguir mi primer empleo y lo que sustenta mis estudios, alimentos y demás necesidades.

Las decisiones que tomamos hoy, definen quienes somos y que haremos mañana. A veces no lo entendemos, pero todo tiene una consecuencia y a veces son muy buenas.

Si tuvieras la oportunidad de ser esa persona de 5 años antes y pudieras ver lo que eres hoy ¿Estarías orgulloso de ti? – Ese es mi mantra.


Te invito a que estés atento a mis próximas entradas. Mi intención es llevar la programación a todos aquellos que les gusta y a los que no la entienden porque piensan que es muy compleja, demostrándoles que es un mundo fascinante que nos puede ayudar a crear cosas impresionantes. Más adelante, estaré compartiendo mi conocimiento sobre situaciones reales y como generar soluciones amigables en diferentes niveles de dificultad.

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